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Los estudios publicados por científicos estadounidenses sobre los detalles del embarazo mostraron que las mujeres que, al estar embarazadas, prácticamente no aumentan de peso, corren el riesgo de sufrir un aborto espontáneo.
El objeto del estudio fue 159 mil mujeres embarazadas. Las observaciones mostraron que el bajo peso (menos de 11 kg) tenía más del doble de probabilidades de provocar la pérdida de un hijo que las mujeres que aumentaron de peso significativamente.
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