Una pareja casada de Gran Bretaña, Alan y Sarah Beasley, disfrazaron su lujosa casa de dos pisos, que los expertos estiman en $ 800 mil, debajo de un modesto granero de heno. El inventivo británico decidió hacer trampa para engañar a las autoridades locales. Por desgracia, se ha abierto una gran estafa. Ahora los cónyuges tendrán que demoler su "mansión".
Beasley recibió un permiso de construcción hace doce años. La administración de Hatfield (condado de Hertfordshire) confiaba en que planeaban construir un cobertizo estándar sin ventanas para almacenar heno. Como resultado, se construyó una casa equipada con tres dormitorios, un baño, un gimnasio y una sala de estar.
Alan y Sarah vivieron allí durante cuatro años, con la esperanza de que los funcionarios eventualmente reconocieran el edificio como un edificio residencial. Sin embargo, la iniciativa de Beasley solo enfureció a la administración. Comenzó una serie interminable de pruebas. La decisión final del juez no fue a favor de la pareja.
En su defensa, Beasley dijo que al principio ni siquiera pensaron en vivir en un granero, sino que luego cambiaron de opinión, tratando de protegerse de los robos que ocurrían en el área. La Corte Suprema confirmó la decisión de los siete jueces inferiores, quienes consideraron que Beasley engañó intencionalmente, por lo que deberían mudarse. A los cónyuges se les dio un año para mudarse y demoler el "granero".
